Qué oraciones están dedicadas a la Virgen María?

¿Cuáles son las oraciones dedicadas a María?

Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

¿Cuál es la oracion que más le gusta a la Virgen María?

A la Virgen -nuestra Madre- también le gusta. Podemos hacerlo rezando tres avemarías y alguna oración, por ejemplo: «¡Oh Señora mía, oh Madre mía…!». Oh señora mía, oh madre mía, yo me ofrezco todo a ti.

¿Cómo hacer una oracion ala Virgen María?

Amada María, dulce madre mía, libérame de mis adversarios que corroen mi alma y la maldad que está en mi acecho, eternamente estaré agradecido y a ti serán mis sentimientos de devoción y fidelidad; ruega por todos los que a ti pedimos a tu Santísimo hijo, nuestro mentor, Señor y Salvador. Amén.

¿Cuál es la oración de la Virgen María?

Oh María, en tu corazón de Madre vengo a buscar: LUZ, FUERZA, SOSTÉN Y PAZ. Me entrego a tu poder, confío en tu sabiduría, me abandono a tu misericordia. Madre de Dios, puedes socorrerme.

¿Cuáles son las virtudes que nos enseña la Virgen María?

– Fé, Esperanza y Caridad: Son las más ejemplares virtudes que tuvo nuestra Madre Maria, ella aceptó todo lo que Dios le impuso sin dudar en ningun momento, nunca exigió a Dios alguna prueba para justificar su fé, fue fiel devota hasta el día de su muerte. …

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¿Cómo hacer peticiones a la Virgen?

Que su intercesión ayude a todos, hombres y mujeres, a aceptarse entre sí como hermanos y hermanas. Por tu justicia, presente en nuestros corazones, reine la paz en el mundo. Te lo pedimos por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

¿Cómo pedir proteccion a la Virgen María?

Poderosa Virgen Inmaculada, Virgen Pura y Bendita. Colócate en cada esquina de mi casa, de mi trabajo, de mis lugares de estudio o descanso, donde me encuentre, protégeme, sé tu mi fuerte, mi muralla y refugio. Vela por mi alma y mi cuerpo, acúname y rodéame con tu Santo Rosario poderoso y vencedor.

Dios eterno